capilla cortegada

En una visita a la Isla de Cortegada, tras caminar por alguno de sus senderos, entre centenarios bosques de laureles, se llega a lo que fuera el antiguo poblado. Entre los restos de construcciones derruidas se destacan la Capilla de la Virgen de los Milagros y el hospitalillo.

 

El santuario de Cortegada, dedicado a la Virgen de los Milagros, data de 1334 y allí se celebraban dos romerías en su honor en marzo y setiembre. Posteriormente se construyó al lado de la capilla un hospital-lazareto para albergar a los peregrinos que acudían a hacer sus peticiones a la Virgen.

Ambas construcciones, que originalmente se encontraban en medio del poblado, en 1652, para evitar que las grandes afluencias de peregrinos enfermos en busca de sanación infectara a los habitantes de Cortegada, fueron trasladados a su actual emplazamiento, donde todavía pueden verse sus restos, atrapados en medio de la fantasmagórica pero hermosa vegetación.

Sobre el arco de la puerta de la capilla puede verse, esculpido en piedra, el escudo de don Fernando de Andrade y Sotomayor, el Arzobispo de Santiago de Compostela, que fue quien ordenó la reubicación de la ermita. Frente a la capilla, domina la escena un cruceiro, erigido posiblemente en los últimos años del siglo XVIII o principios del XIX.

El «hospitalillo» por su parte, aunque era llamado «Hospital de Carril«, estaba en la isla y fue levantado con intención de atender no sólo a la población de la parroquia sino también a los asistentes a las romerías de marzo y setiembre y cualquier otro peregrino que, realizando el Camino de Santiago, requiriera atención. Los restos más antiguos del hospital datan de 1652 y consta que la edificación sufrió reparaciones en el siglo XVIII.

Al pasear por los umbrosos y silenciosos senderos de la Isla de Cortegada, recorriendo los restos derruidos de las antiguas casas, la capilla y el hospital, el visitante puede experimentar una atmósfera de paz y tranquilidad que envuelve la historia de estas antiguas construcciones.